Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Jesús dijo a la multitud: "Nadie enciende una vela y la tapa con alguna vasija o la esconde debajo de la cama, sino que la pone en un candelero, para que los que entren puedan ver la luz. Porque nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público. (Lc 8:16-18)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/092523.cfm
"Mi pequeña luz . . . ¡tiene que brillar!” no es sólo para niños. Es un desafío para todos nosotros: no permitir que nadie (¡incluidos nosotros mismos!) oculte la llama de la fe que arde intensamente en nuestro corazón y en nuestra vida.