Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Por la noche, Pablo tuvo una aparición: vio a un macedonio, que de pie ante él, le rogaba: "¡Ven a Macedonia y ayúdanos!" Después de esta visión, determinamos salir para Macedonia, convencidos de que Dios nos llamaba a predicar allí el Evangelio. (Hch 16:1-10)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/051323.cfm
La visión de Pablo lo lleva a comenzar su ministerio en Europa; ¡el evangelio está en movimiento! Las visiones de Nuestra Señora de Fátima no son parte de la revelación pública sino la revelación privada que no requiere creencia. Desafortunadamente, muy pronto Fátima atrajo a los conspiracionistas de la iglesia. Hubiera sido útil que la Señora nos hubiera dado un aviso sobre las teorías de conspiración, la verdadera visión del infierno.