Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

R. Cantaré eternamente las misericordias del Señor. (Salmo 88)

La música transforma nuestras vidas. La iglesia siempre usaba la música para proclamar las misericordias del Señor. Como dice la Carta a los Efesios:

Anímense unos a otros con salmos, himnos y cantos espirituales. Canten y alaben al Señor con el corazón. (Efe 5:19)

Hace mucho San Agustín nos dijo: El que canta, reza doble. Pues, ¡qué llevemos siempre un canto en el corazón!