R. Cantaré eternamente las misericordias del Señor. (Salmo 88)
La música transforma nuestras vidas. La iglesia siempre usaba la música para proclamar las misericordias del Señor. Como dice la Carta a los Efesios:
Anímense unos a otros con salmos, himnos y cantos espirituales. Canten y alaben al Señor con el corazón. (Efe 5:19)
Hace mucho San Agustín nos dijo: El que canta, reza doble. Pues, ¡qué llevemos siempre un canto en el corazón!