Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

En aquellos días, como aumentaba mucho el número de los discípulos, hubo ciertas quejas de los judíos griegos contra los hebreos, de que no se atendía bien a sus viudas en el servicio de caridad de todos los días. Eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Pármenas y Nicolás, prosélito de Antioquía. Se los presentaron a los apóstoles, y éstos, después de haber orado, les impusieron las manos. (Hch 6:1-7)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/042223.cfm
El problema del idioma lleva a la creación de los Siete, todos con nombres griegos. Como seminarista, visité Jasper, Indiana, y pasé por un cartel publicitario del Banco Americano Alemán con su eslogan solo en alemán: Wir sprechen Ihre Sprache (Se habla tu idioma). ¡Hablar el idioma de la gente es bueno para negociar, también es bueno para evangelizar! La foto de hoy es de la ordenación de diáconos en el seminario de San Meinrado, 1977.