El ayuno que yo quiero de ti es éste, dice el Señor: Que rompas las cadenas injustas y levantes los yugos opresores; que liberes a los oprimidos y rompas todos los yugos; que compartas tu pan con el hambriento y abras tu casa al pobre sin techo; que vistas al desnudo y no des la espalda a tu propio hermano. (Is 58:1-9a)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/022423.cfm
Si nuestras prácticas cuaresmales de ayuno y abstinencia no nos llevan a obras de justicia y misericordia, entonces lo estamos haciendo mal. Dios no se deja engañar por nuestras pretensiones y bufonadas religiosas.