Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

El ayuno que yo quiero de ti es éste, dice el Señor: Que rompas las cadenas injustas y levantes los yugos opresores; que liberes a los oprimidos y rompas todos los yugos; que compartas tu pan con el hambriento y abras tu casa al pobre sin techo; que vistas al desnudo y no des la espalda a tu propio hermano. (Is 58:1-9a)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/022423.cfm
Si nuestras prácticas cuaresmales de ayuno y abstinencia no nos llevan a obras de justicia y misericordia, entonces lo estamos haciendo mal. Dios no se deja engañar por nuestras pretensiones y bufonadas religiosas.