Jesús dijo a la multitud: “Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed". (Jn 6:35)
Gracias a la Cuarentena del coronavirus y la necesidad del distanciamento físico, estamos en este tiempo del Gran Ayuno de la Eucaristía. Y nos damos cuenta de la necesidad de la Comida que satisface todo el hambre humano. Santa Catalina de Siena siempre tenía hambre del Pan de la Vida. Ella es una de los cuatro doctores femeninos de la iglesia (Santa Teresa de Avila, Santa Teresita de Lisieux, y Santa Hildegarda de Bingen).