Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Feliz el que lee, y felices los que escuchan las palabras de esta profecía y tienen en cuenta lo que está escrito en ella, porque el tiempo está cerca. (Apoc 1:1-4. 2:1-5)
https://www.eucaristiadiaria.cl/dia_cal.php?fecha=2022-11-14
A medida que el año litúrgico llega a su fin, comenzamos la lectura del Libro del Apocalipsis. Una clave para entender el libro quizás esté escondida en el pasaje anterior. Parece que el escenario del libro es la liturgia de esta comunidad: “Feliz (o dichoso) el que lee en voz alta y felices (o benditos) los que escuchan”. Las “cartas” a las siete iglesias de Asia Menor, aunque dirigidas a comunidades específicas, siempre han sido atesoradas por toda la iglesia.