Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Zaqueo era de baja estatura. Entonces corrió y se subió a un árbol para verlo cuando pasara por ahí. Al llegar a ese lugar, Jesús levantó los ojos y le dijo: "Zaqueo, bájate pronto, porque hoy tengo que hospedarme en tu casa". Él bajó enseguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, comenzaron todos a murmurar diciendo: "Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador". (Lc 19:1-10)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/103022.cfm
La historia de Zaqueo es una de mis favoritas. Aprendí a cantar el cuento de “Zaqueo, el hombrecito” en el Coro de Niños. La primera lectura de hoy tiene una frase interesante sobre Dios, el “amante de las almas”, que tiene eco en las liturgias orientales de la iglesia “Amante de la humanidad” y en la Plegaria Eucarística para Diversas Necesidades y Ocasiones: “Tú eres en verdad Santo y seas glorificado, oh Dios, que amas al género humano y que siempre caminas con nosotros en el camino de la vida”.