Sean sumisos unos a otros, por reverencia a Cristo: que las mujeres sean sumisas a sus maridos, como si se tratara del Señor, porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza y salvador de la Iglesia, que es su cuerpo. Por lo tanto, así como la Iglesia se somete a Cristo, así también las mujeres deben ser dóciles a sus maridos en todo. (Efe 5:21-33)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/102522.cfm
El uso de un texto aislado y de 2000 años de antigüedad como prescripción para consejería matrimonial moderno podría dar lugar a una demanda por mala práctica, especialmente cuando se cita con frecuencia "las mujeres deben ser dóciles a sus maridos en todo”, pero "los maridos amen a sus esposas" no. Tal vez, “sean sumisos unos a otros, por reverencia a Cristo” es la clave para entender lo que el pobre escritor estaba tratando de decir.
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
Martes, Semana XXX, Tiempo Ordinario
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