Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Jesús dijo a sus discípulos: “Quien los recibe a ustedes, me recibe a mí; y quien me recibe a mí, recibe al que me ha enviado. El que recibe a un profeta por ser profeta, recibirá recompensa de profeta; el que recibe a un justo por ser justo, recibirá recompensa de justo”. (Mt 10:34-11:1)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/071122.cfm
En nuestro hogar, la hospitalidad no era opcional. Mi abuela pensaba que la hospitalidad estaba al lado de la piedad. En su Regla para los Monasterios, San Benito dedica un capítulo entero a la recepción de los huéspedes: “Recíbanse a todos los huéspedes que llegan como a Cristo, pues Él mismo ha de decir: “Huésped fui y me recibieron” (Mt 25,35)”, Capítulo 53.