Dijo María: “Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador . . . Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre”. (Lc 1:39-56)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/053122.cfm
Dios viene a rescatar a los pobres y a los humildes. Y como dice Isabel: “¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme?” Con razón la iglesia llama a María, “Theotokos” (portadora de Dios), en latín “Mater Dei” (Madre de Dios). Como reza la Iglesia occidental: “Ruega por nosotros, oh santa Madre de Dios, para que seamos dignos de las promesas de Cristo”. Y como reza la Iglesia oriental: “Conmemorando a nuestra Santísima, Purísima, Bendita y Gloriosa Señora +Theotokos y siempre Virgen María y a todos los Santos, encomendémonos todos mutuamente los unos a los otros y toda nuestra vida a Cristo nuestro Dios”.
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
La Visitación de la Santísima Virgen María, 31 de mayo
- :