“Lávense y purifíquense; Dejen de hacer el mal, aprendan a hacer el bien, busquen la justicia, auxilien al oprimido, defiendan los derechos del huérfano y la causa de la viuda. Vengan, pues, y discutamos, dice el Señor. Aunque sus pecados sean rojos como la sangre, quedarán blancos como la nieve. (Is 1:10, 16-20)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/031522.cfm
Normalmente, cuando confesamos nuestros pecados, nunca incluimos el dejar de hacer las obras de justicia. Pero son precisamente las obras de la justicia . . . que son el camino de la salvación.
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
Martes, Semana II, Cuaresma
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