Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Después lo llevó el diablo a un monte elevado y en un instante le hizo ver todos los reinos de la tierra y le dijo: “A mí me ha sido entregado todo el poder y la gloria de estos reinos, y yo los doy a quien quiero. Todo esto será tuyo, si te arrodillas y me adoras”. Jesús le respondió: “Está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él sólo servirás”. (Lc 4:1-13)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/030622.cfm
La pregunta que enfrentó Jesús cuando se le ofreció el camino rápido hacia el éxito es la misma pregunta que enfrentamos todos los días de nuestras vidas: ¿A quién servimos? Me acuerdo del viejo juego de mesa, RISK, el juego de la conquista del mundo. Imagínate, conquistando el mundo entero en la comodidad de tu propia sala.