Quédense en esa casa. Coman y beban de lo que tengan, porque el trabajador tiene derecho a su salario. No anden de casa en casa. (Lc 10:1-9)
¡Qué instrucción tan interesante para los primeros misioneros cristianos: obviamente, algunos misioneros estaban buscando mejores alojamientos o una mejor mesa! Hoy no es tanto la fiesta de una persona (un escritor del evangelio), sino la fiesta del evangelio mismo, al que llamamos "según san Lucas".