Abraham es nuestro padre delante de aquel Dios en quien creyó y que da la vida a los muertos y llama a la existencia a las cosas que todavía no existen. Él, esperando contra toda esperanza, creyó que habría de ser padre de muchos pueblos, conforme a lo que Dios le había prometido: Así de numerosa será tu descendencia. (Rom 4:13, 16-18)
La fe de Abraham es compartida y venerada por judíos, cristianos y musulmanes. De hecho, ¡cuán numerosos son los descendientes de Abraham! La foto de hoy es nuestro padre, Abraham, con sus muchos hijos. María, la madre de Jesús y la nuestra también, es descendiente de Abraham.