En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la multitud, una mujer del pueblo, gritando, le dijo: “¡Dichosa la mujer que te llevó en su seno y cuyos pechos te amamantaron!” Pero Jesús le respondió: “Dichosos todavía más los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica”. (Lc 11:27-28)
Escuchar la palabra de Dios y ponerla en práctica es de lo que se trata la fe. Es una antigua costumbre en la Iglesia dedicar el sábado a la Virgen María, que “atesoraba todas estas cosas y las reflexionaba en su corazón” (Lc 2, 19) y nos enseña a hacer lo mismo.