Bienvenidos

Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Pablo, Silvano y Timoteo deseamos la gracia y la paz a la comunidad cristiana de los tesalonicenses, congregada por Dios Padre y por Jesucristo, el Señor.
(1 Tes 1:1)

Las Cartas forman una gran parte de las Escrituras cristianas, especialmente las cartas de San Pablo. Lo maravilloso es que las cartas han sobrevivido casi 2,000 años. Lo sobrevivieron porque la pequeña comunidad de Tesaloniki apreció la carta que ellos habían recibido, y sacaron una copia, y luego enviaron la copia a las otras comunidades cercanas—como una carta de cadena. Y si las otras comunidades recibieron una carta, ellos sacaron copia y la pegaron a la carta de los Tesalonicenses . . . y muy pronto, había una cadena de cartas sembradas por el mundo mediterráneo. Y así llegaron a nosotros.

La foto es Tesaloniki de hoy.