Bienvenidos

Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Yo mismo, Pablo, les aseguro que, si se dejan circuncidar, Cristo no les servirá de nada. Y vuelvo a declarar que todo el que se deja circuncidar, queda obligado a cumplir toda la ley. Ustedes, los que pretenden alcanzar la justificación por medio de la ley, han perdido a Cristo, han rechazado la gracia.
Nosotros, en cambio, movidos por el Espíritu Santo, esperamos ansiosamente la justificación por medio de la fe. Porque para los cristianos no vale nada estar o no estar circuncidado; lo único que vale es la fe, que actúa a través de la caridad.
(Gál 5:2-6)

¿De qué está hablando San Pablo? Estar circuncidado o no estar circuncidado . . . el tema es indecoroso. No tiene nada que ver con amar al Dios ni al prójimo. Tal vez esto es el punto de San Pablo. Pues, hay gente hoy que dice que si una persona no vote por su candidato, esa persona no es verdadera católica. Por fin, entendemos el punto de San Pablo.

La foto de hoy es un letrero de una iglesia bautista que dice: Si se dejan circuncidar, Cristo no les servirá de nada (Gál 5:2).