Bienvenidos

Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Pero Zacarías replicó al ángel: “¿Cómo podré estar seguro de esto? Porque yo ya soy viejo y mi mujer también es de edad avanzada”. El ángel le contestó: “Yo soy Gabriel, el que asiste delante de Dios. He sido enviado para hablar contigo y darte esta buena noticia. Ahora tú quedarás mudo y no podrás hablar hasta el día en que todo esto suceda, por no haber creído en mis palabras, que se cumplirán a su debido tiempo”. (Lc 1:5-25)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/121922.cfm
La Narrativa de la Infancia de San Lucas es un placer doble: dos anunciaciones (a Zacarías y a María), dos natividades (Juan el Bautista y Jesús), y dos cánticos de alabanza (el Benedictus de Zacarías y el Magnificat de María). Pero que contraste entre las dos anunciaciones—el sacerdote que no cree, y la jovencita que dice, “Cúmplase en mi lo que me has dicho.” Y ¡que apropiado el castigo para el sacerdote, quedarse mudo hasta el parto!