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Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

El rey Antíoco dijo: “‘Pero ahora me doy cuenta del daño que hice en Jerusalén, cuando me llevé los objetos de oro y plata que en ella había, y mandé exterminar sin motivo a los habitantes de Judea. Reconozco que por esta causa me han sobrevenido estas desgracias y que muero en tierra extraña, lleno de tristeza’ ”. (1 Mc 6:1-13)

https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/112021.cfm

Los progromos contra los judíos han sido una parte constante de su larga historia. Al llegar al final de los Libros de los Macabeos, escuchamos este remordimiento del rey Antíoco. En Fiddler On The Roof se hace la pregunta: “¿Existe una bendición adecuada para el zar? Y el rabino responde: “¿Una bendición para el zar? Desde luego, ‘Que Dios bendiga y mantenga al zar. . . bien alejado de nosotros!’