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Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Saluden a Andrónico y a Junia, mis parientes y compañeros de prisión, que son ilustres entre los apóstoles, y además llegaron a Cristo antes que yo. Yo, Tercio, que escribo la carta, los saludo en el Señor. (Rom 16:3-9,22-27)

Llegamos a la conclusión de la gran Carta de Pablo a los Romanos. Sus saludos a varios miembros de la comunidad son muy interesantes. . . especialmente, Andrónico y Junia . . . como dice Pablo, son "prominentes entre los apóstoles". ¡Junia es una mujer! Pero para mí, la interjección más fascinante en la conclusión de esta carta es de Tercio, el escriba que está recibiendo el dictado del apóstol y fotobombea la conclusión de Pablo: "¡Hola a todos!"