Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

SALMO RESPONSORIAL (Salmo 56)

R. Te daré gracias ante los pueblos, Señor. Aleluya.
Mi corazón está firme, Dios mío,
mi corazón está firme.
Voy a cantar y a tocar:
despierta, gloria mía,
despierten, cítara y arpa;
despertaré a la aurora.
R. Te daré gracias ante los pueblos, Señor. Aleluya.

El centro de nuestra fe es la Eucaristía, el Sacramento del Cuerpo y la Sangre del Señor. La palabra "eucaristía" viene del griego; significa "dar gracias". Usamos esa palabra porque “el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan y, después de dar gracias, lo partió y dijo:“ Esto es mi cuerpo que es para ustedes. Hagan esto en memoria de mí. De la misma manera también la copa, después de la cena, diciendo: “Esta copa es la nueva alianza sellada con mi sangre; cada vez que beban de ella, háganlo en memoria de mí” (1 Co 11, 23-25). La acción de gracias es el corazón mismo de nuestra fe. Doy gracias a Dios por su presencia en mi vida. Gracias a todos los que asistieron ayer a la Misa y a los que se acordaron de mí en oración. ¡Que Dios los bendiga a todos!