Recuerdo tu fe sincera, esa fe que tuvieron tu abuela Loida y tu madre Eunice, y que estoy seguro que también tienes tú.
(2 Tim 1:1-8)
Yo, Pablo, soy servidor de Dios y apóstol de Jesucristo . . . a querido Tito, mi verdadero hijo en la fe que compartimos.
(Tit 1:1-5)
Los compañeros de Pablo, Tito y Timoteo, representan la próxima generación de líderes de la iglesia después de la época de los apóstoles. Y, por supuesto, la referencia a la fe de la abuela y la madre de Timoteo siempre me recuerda de la fe de mi propia abuela y madre.