R. Aleluya, aleluya.
Reciban la palabra de Dios, no como palabra humana,
sino como palabra divina, tal como es en realidad.
R. Aleluya.
(1 Tes 2:13)
Ayer, el Papa Francisco publicó un motu propio (Spiritus Domini) que dijo que los ministerios del Lector y del Acólito están en adelante también abiertos a las mujeres. Tal vez, esto se parezca un poquito extraño porque casi todos nosotros estamos acostumbrados de ver mujeres dando las lecturas y sirviendo en la Misa. Como el Padre Antonio Ruff, OSB, notó en su blog litúrgico PrayTell (https://www.praytellblog.com/), “Esto es grande” (“This is big”).