Cuantos han sido incorporados a Cristo por medio del bautismo, se han revestido de Cristo. Ya no existe diferencia entre judíos y no judíos, entre esclavos y libres, entre varón y mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús.
(Gál 3:27-28)
En la comunidad cristiana el vivir la gracia del Sacramento del Bautismo es muy radical. Según San Pablo eso significa que debemos vivir sin muros—los muros que nos dividen en cleros/laicos, hombres/mujeres, políticos y no políticos. Pues, ¡nosotros los cleros seríamos los primeros en quejar!