Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

20 de diciembre:

O Clavis David (Oh Llave de David):
Oh Llave de David y Cetro de la casa de Israel;
que abres y nadie puede cerrar;
cierras y nadie puede abrir:
ven y libra a los cautivos
que viven en tinieblas y en sombra de muerte.

Oh Llave de David viene de dos versículos del profeta Isaías:
Entonces pondré la llave de la casa de David
sobre su hombro;
cuando él abra, nadie cerrará,
cuando él cierre, nadie abrirá.
y también:
El aumento de su soberanía y de la paz no tendrán fin
sobre el trono de David y sobre su reino,
para afianzarlo y sostenerlo
con el derecho y la justicia
desde entonces y para siempre.

¡Ven, ven, ven,
Ven a nuestras almas, Niñito,
Ven, ven, ven,
Ven a nuestras almas, Niñito,
Ven a nuestras almas.
No tardes tanto, no tardes tanto,
Niñito, ven, ven ven!