Ha hecho sentir el poder de su brazo: dispersó a los de corazón altanero, destronó a los potentados y exaltó a los humildes. A los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió sin nada. Santo es su nombre. (Lc 1:46-56)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/122225.cfm
El himno de alabanza de María nos recuerda que Dios no acude a los poderosos, sino a los pobres y a los humildes. Cuando servimos a los pobres y a los humildes, servimos a Aquel cuya venida esperamos, y santo su nombre es. https://youtu.be/1MYy6sIV3MU?si=4WVyzRSAMs5zG3EY
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
Lunes, Adviento, Oh Rey de las Naciones, 22 de diciembre
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