Oráculo de Balaam, hijo de Beor, palabra del varón de ojos penetrantes, y contempla en éxtasis, con los ojos abiertos la visión del todopoderoso. Yo lo veo, pero no en el presente; yo lo contemplo, pero no cercano: de Jacob se levanta una estrella y un cetro surge de Israel. (Núm 24:2-7, 15-17a)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/121525.cfm
Este es uno de los pasajes más misteriosos de las Escrituras. Por supuesto, se encuentra su plenitud en la Estrella de Belén. Poder ver con los ojos desvelados y abiertos no significa nada si no podemos verlo en nuestros vecinos necesitados que viven con miedo. https://youtu.be/woyg5HKCOd8?si=lAs106sJUAYIK216
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
Lunes III, Adviento
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