Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

¿Piensan acaso que he venido a traer paz a la tierra? De ningún modo. No he venido a traer la paz, sino la división. De aquí en adelante, de cinco que haya en una familia, estarán divididos tres contra dos y dos contra tres. Estará dividido el padre contra el hijo, el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra. (Lc 12:49-53)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/102325.cfm
La comunidad cristiana primitiva conservó esta angustiosa palabra del Señor porque reflejaba la experiencia real de comunidades que habían sufrido una terrible persecución. Muchos cristianos primitivos perdieron a sus familias de origen al unirse a la iglesia, por lo cual tuvieron que convertirse en familia. En la familia de la iglesia aún empleamos los términos que usaban para referirse a los demás: padre, madre, hermana, hermano. https://youtu.be/_jwULRDVuKc?si=Yte3-4tChmUYRBms