Cuando aquella mujer, una siria de Fenicia y pagana, le rogaba a Jesús que le sacara el demonio a su hija, él le respondió: "Deja que coman primero los hijos. No está bien quitarles el pan a los hijos para echárselo a los perritos". La mujer le replicó: "Sí, Señor; pero también es cierto que los perritos, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños". Entonces Jesús le contestó: "Anda, vete; por eso que has dicho, el demonio ha salido ya de tu hija". Al llegar a su casa, la mujer encontró a su hija recostada en la cama, y ya el demonio había salido de ella. (Mc 7:24-30)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/021325.cfm
Lo que suena como si Jesús estuviera siendo realmente desagradable con una mujer extranjera da lugar a una de las oraciones de comunión más hermosas de la historia, la Oración de Humilde Acceso que dice: “No somos dignos ni aun de recoger las migajas debajo de tu Mesa”.