Queridos hijos: Amamos a Dios, porque él nos amó primero. Si alguno dice: “Amo a Dios” y aborrece a su hermano, es un mentiroso, pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve. Además, Jesús nos ha dado este mandamiento: El que ama a Dios, que ame también a su hermano. (1 Jn 4:19-5:4)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/010925.cfm
Constantemente se nos recuerda nuestra hipocresía. Decir que amo a Dios es muy mientras tanto se me permita odiar a los demás. Tal vez, algún día nuestros ojos se abran para ver claramente más allá de las mentiras que decimos a los demás y de las que nos decimos a nosotros mismos.