En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Han oído ustedes que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo; yo, en cambio, les digo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen y calumnian, para que sean hijos de su Padre celestial. (Mt 5:43-44)
El Señor siempre nos pide lo imposible . . . amar a nuestros enemigos. Pero el Señor nos da ejemplo. En la Cruz Jesús perdonó a todos nosotros. Si pudiéramos amar a nuestros enemigos . . . ¡qué diferente el mundo!