Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Jesús tomó los siete panes y los pescados, y habiendo dado gracias a Dios, los partió y los fue entregando a los discípulos, y los discípulos a la gente. Todos comieron hasta saciarse. (Mt 15:29-37)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/120424.cfm
Las acciones de Jesús en la multiplicación de los panes y los peces son las mismas que en la consagración de la Eucaristía: TOMAR, BENDECIR, PARTIR y DAR. Y por supuesto, hay trabajo para todos nosotros: Jesús se los dio a los discípulos, quienes a su vez se los dieron a la multitud. Estamos llamados a compartir el Pan de Vida con todos los hambrientos. Como solía decir mi guía espiritual: la Eucaristía nunca podrá terminar mientras haya gente hambrienta en el mundo.