Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

No queremos que ignoren lo que pasa con los difuntos, para que no vivan tristes, como los que no tienen esperanza. Cuando Dios mande que suenen las trompetas, se oirá la voz de un arcángel y el Señor mismo bajará del cielo. Entonces, los que murieron en Cristo resucitarán primero; después nosotros, los que quedemos vivos, seremos arrebatados, juntamente con ellos entre nubes, por el aire, para ir al encuentro del Señor, y así estaremos siempre con él. Consuélense, pues, unos a otros con estas palabras. (1 Tes 4:13-18)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/111223.cfm
Palabras de consuelo para todos los que hemos perdido a seres queridos y que permanecemos despiertos esperando el regreso de nuestro Señor. Que nuestros seres queridos y todos los Fieles Difuntos descansen en paz. Estaremos junto a los que nos precedieron y estaremos siempre con el Señor.