Ya saben cómo procedimos cuando estuvimos allí al servicio de ustedes. Fuimos tan condescendientes, como una madre que alimenta y cuida a sus hijos. Sentíamos por ustedes tanto afecto, que deseábamos entregarles, no solamente la Buena Noticia de Dios, sino también nuestra propia vida: tan queridos llegaron a sernos. (1 Tes 1:5b; 2:7b-9, 13)
https://www.eucaristiadiaria.cl/dia_cal.php?fecha=2023-11-05
¡Qué poderosa descripción del ministerio! Esto resuena en mí al recordar mis 45 años como sacerdote, pero no es una imagen de la que se oiga mucho en el seminario. De hecho, el Papa Francisco fue duramente criticado por alentar a las madres a amamantar a sus bebés que lloraban si tenían hambre durante el servicio de bautismos de dos horas en la Capilla Sixtina. Como dijo el Papa a las madres presentes: "Y si sus hijos lloran porque tienen hambre, adelante, denles el pecho, como María amamantó a Jesús".
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
Domingo, Semana XXXI, Tiempo Ordinario
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