Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

En efecto, yo puedo querer hacer el bien, pero no puedo realizarlo, puesto que no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero . . . ¡Pobre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo, esclavo de la muerte? ¡La gracia de Dios, por medio de Jesucristo, nuestro Señor! (Rom 7:18=25)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/102723.cfm
Todos podemos simpatizar con San Pablo porque todos hemos estado allí también. Pero el pecado no es la última palabra. La última palabra es del Señor . . . y esa palabra es gracia.
El Papa Francisco ha designado el día de hoy como un tiempo de ayuno, oración y penitencia por la paz. Como dice el Papa: “No pertenecemos a ningún “César” de este mundo. Somos del Señor y no debemos ser esclavos de ningún poder de la tierral. La guerra siempre es una derrota, es una destrucción de la fraternidad humana. ¡Hermanos, deténganse! ¡Deténganse!”