Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

El sábado salimos de la ciudad y nos fuimos por la orilla del río hasta un sitio donde solían tenerse las reuniones de oración. Allí nos sentamos y trabamos conversación con las mujeres que habían acudido. Entre las que nos escuchaban, había una mujer, llamada Lidia, de la ciudad de Tiatira, comerciante en púrpura, que adoraba al verdadero Dios. El Señor le tocó el corazón para que aceptara el mensaje de Pablo. Después de recibir el bautismo junto con toda su familia, nos hizo esta súplica: "Si están convencidos de que mi fe en el Señor es sincera, vengan a hospedarse en mi casa". Y así, nos obligó a aceptar. (Hch 16:11-15)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/051523.cfm
La historia de Lydia, la primera creyente en Europa, proviene de una de las "secciones de nosotros" en los Hechos de los Apóstoles. Se lee como un diario. ¡Qué importante es el papel de las mujeres creyentes en la iglesia primitiva! La foto de hoy es de la capilla al aire libre en el río cerca de Filipos donde Lydia fue bautizada.