Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Pero si yo arrojo a los demonios con el dedo de Dios, eso significa que ha llegado a ustedes el Reino de Dios. (Lc 11:14-23)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/031623.cfm
El ministerio de Jesús a los marginados de la sociedad lo metió en muchos problemas. Cada vez que la iglesia se acerca a aquellos que otros prefieren excluir, sufre el mismo destino. La pregunta para nosotros es ¿dónde queremos estar, con los puros y los engreídos? ¿O con Jesús?