El Señor te bendiga y te proteja, haga resplandecer su rostro sobre ti y te conceda su favor. Que el Señor te mire con benevolencia y te conceda la paz’. (Núm 6:22-27)
María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón. (Lc 2:16-21)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/010123.cfm
Hace ocho días celebramos el nacimiento del Príncipe de la Paz, pero el mundo aún se encuentra en medio de la guerra, rumores de guerra, preparativos de guerra, con violencia por todos lados. Tal vez María pueda enseñarnos a atesorar la Buena Noticia de lo que hemos visto y oído y a volver la mente y el corazón a Aquel cuyo rostro resplandece sobre nosotros para bendecirnos con la paz.