Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Yo mismo apacentaré a mis ovejas; yo mismo las haré reposar, dice el Señor Dios. Buscaré a la oveja perdida y haré volver a la descarriada; curaré a la herida, robusteceré a la débil . . . Yo las apacentaré en la justicia. (Ez 34:11-16)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/062422.cfm
La devoción al Corazón de Cristo nos invita a contemplar la humanidad del Buen Pastor y así entrar en el corazón mismo de Dios. Y así la iglesia nos enseña a orar: Oh Sagrado Corazón de Jesús, haz nuestros corazones semejantes al tuyo. Como dicen los jóvenes: “Dame tu Corazón y toma el mío”.