¿Quién de ustedes, a fuerza de preocuparse, puede prolongar su vida siquiera un momento? ¿Y por qué se preocupan del vestido? Miren cómo crecen los lirios del campo, que no trabajan ni hilan. Pues bien, yo les aseguro que ni Salomón, en todo el esplendor de su gloria, se vestía como uno de ellos. Y si Dios viste así a la hierba del campo, que hoy florece y mañana es echada al horno, ¿no hará mucho más por ustedes, hombres de poca fe? (Mt 6:24-34)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/061822.cfm
Los sábados están tradicionalmente dedicados a la Virgen María. En su Magníficat, la Madre de Jesús nos recuerda los valores de Dios: Dios que levanta a los humildes y derriba a los poderosos; Dios que despide vacíos a los ricos, pero colma de todo bien a los hambrientos.
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
Sábado de la bienaventurada Virgen María, 18 de junio
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