Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Algunos de los que habían escuchado a Jesús comenzaron a decir: “Éste es verdaderamente el profeta”. Otros afirmaban: “Éste es el Mesías”. Otros, en cambio, decían: “¿Acaso el Mesías va a venir de Galilea? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá de la familia de David, y de Belén, el pueblo de David?” Así surgió entre la gente una división por causa de Jesús. Algunos querían apoderarse de él, pero nadie le puso la mano encima. (Jn 7:40-53)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/040222.cfm
La pregunta de dónde es Jesús es una pregunta central. Mateo y Lucas comienzan sus evangelios cuidadosamente diciendo que Jesús nació en la ciudad de David (Belén). Pero el Cuarto Evangelio no tiene ningún problema con que Jesús sea de Galilea, porque el Cuarto Evangelio responde a la pregunta de los orígenes de Jesús al decir que Jesús es de Dios. Por las oraciones de la Madre de Dios, que Dios proteja al pueblo ucraniano.