En aquellos tiempos, un hombre me llevó a la entrada del templo. Por debajo del umbral manaba agua hacia el oriente, pues el templo miraba hacia el oriente, y el agua bajaba por el lado derecho del templo, al sur del altar. (Ez 47:1-9, 12)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/032922.cfm
Incluso antes de la época de San Hilario de Poitiers (310-367) y su comentario sobre los Salmos, la iglesia ha visto la imagen del río como un símbolo del bautismo, un maravilloso recordatorio mientras nos preparamos para renovar nuestros votos bautismales en Pascua cuando cantaremos con alegría, Vidi Aquam, Vi Agua Brotar. Rezamos por el renacimiento de Ucrania.
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
Martes, Semana IV, Cuaresma
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