Por lo tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda junto al altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda. (Mt 5:20-26)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/031122.cfm
¡Qué importante es la reconciliación! Para poder ofrecer nuestro don al Señor, primero debemos reconciliarnos unos con otros. ¡Porque si no, nuestro regalo huele a cielo—y huele maluco! Rezamos por Ucrania, rezamos por la paz.
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
Viernes, Semana I, Cuaresma
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