Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús. Cristo se humilló por nosotros y por obediencia aceptó incluso la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre. R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús. (Flp 2:8-9)

Jesús se hizo uno de nosotros . . . hasta una muerte vergonzosa. Recuerdo bien sentado en la corte, contestando las preguntas de la juez. Y querían saber si yo estaba a favor de la pena de muerte. Mi respuesta: “No, señoría, porque eso es lo que hicieron con mi Señor”.