Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

En aquellos días, vio Jesús que lo seguía mucha gente y no tenían qué comer. Entonces llamó a sus discípulos y les dijo: “Me da lástima esta gente: ya llevan tres días conmigo y no tienen qué comer. (Mc 8:1-10)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/021222.cfm
La Alimentación de los 4.000 revela el Corazón de Jesús y nos recuerda que alimentar al hambriento no es opcional. El Papa Francisco resumió muy bien este pasaje: “Rezamos por los hambrientos. Luego les damos de comer. Así es como funciona la oración”.