Por todos sus éxitos daba gracias al Dios altísimo y lo glorificaba. Amaba con toda el alma a su creador y le entonaba canciones de alabanza. Instituyó salmistas para el servicio del altar, que con sus voces hicieron armoniosos los cantos. Celebró con esplendor las fiestas y organizó el ciclo de las solemnidades. El santuario resonaba desde el alba con alabanzas al nombre del Señor. El Señor le perdonó sus pecados y consolidó su poder para siempre. Le prometió una dinastía perpetua y le dio un trono glorioso en Israel.
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/020422.cfm
Llegamos al final de la historia de David con este hermoso himno a los logros de David. Después de cantar de las victorias de David contra sus enemigos, el escritor pasa a aclamar la parte más importante . . . ¡David promovió la música sagrada! El video de hoy es de mi amiga, Donna Germano, quien falleció el 16 de julio de 2018. Hubo siete arpistas que tocaron su misa de funeral. ¡El santuario estaba lleno de música sagrada!
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
Viernes, Semana IV, Tiempo Ordinario
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