En aquellos días, arrestaron a siete hermanos junto con su madre. El rey Antíoco Epífanes los hizo azotar para obligarlos a comer carne de puerco, prohibida por la ley. Muy digna de admiración y de glorioso recuerdo fue aquella madre que, viendo morir a sus siete hijos en el espacio de un solo día, lo soportó con entereza, porque tenían puesta su esperanza en el Señor. (2 Mc 7:1,20-31)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/111721.cfm
La historia de la madre y sus siete hijos es otro ejemplo de fidelidad ante la muerte. Santa Isabel era una de la primeras seguidoras de San Francisco de Asís. Se la considera la fundadora de la Tercera Orden de San Francisco.