En aquel tiempo, Jesús dijo: “¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿Con qué podré compararlo? Se parece a la semilla de mostaza que un hombre sembró en su huerta; creció y se convirtió en un arbusto grande y los pájaros anidaron en sus ramas”. (Lc 13:18-21)
Cuando recordamos que la imagen de Israel de sí mismo era tan alta como los cedros del Líbano (¡el Imperio Romano tenía una imagen aún más alta de sí mismo!), Comenzamos a ver cuán radical es Jesús: el Reino de Dios está en contra del nacionalismo en todas sus formas. La foto de hoy es de los cedros de Líbano (¡ciertamente más grandes que un arbusto!).