Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Ustedes estén preparados, porque a la hora en que menos lo piensen, vendrá el Hijo del hombre. (Lc 12:39-48)

Crecí en una iglesia a la que parecía gustarle asustar a la gente para que se portase bien hablando sobre el "fin del mundo". Hubo tantos sermones sobre el fin del mundo . . . no creerías que la cantidad de sermones que escuché sobre el Mercado Común Europeo es la "bestia" del Libro del Apocalipsis. El evangelio según san Lucas intenta poner fin a esas especulaciones que distraen. La iglesia está lista para el largo plazo. No tenemos que preocuparnos por el "cuándo" del fin del mundo (como decía mi abuela, "¡El mundo se acaba todos los días cuando alguien muere!") . . . El evangelio de Lucas nos recuerda que es importante que estemos ocupados haciendo la obra del Señor.